viernes, 17 de junio de 2011

¡DIOS NUESTRO PADRE CELESTIAL ES NUESTRO MODELO!

Confesar a Jesucristo como Salvador y Señor hace que seamos hijos del Padre Celestial (Juan 1:12). Nuestro Padre Celestial siempre estará a nuestro favor mediante nuestra relación con Cristo.
1 Juan 2:1 dice: “Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado,abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el Justo”.

Ahora que usted es salvo (a) Dios ya no le verá como a un pecador, sino que le tratará como a un hijo(a). Esta relación es tipificada por medio de la relación terrenal de un padre con su hijo.

UN BUEN PADRE:
1. Ama y cuida a su hijo(a), 1 Pedro 5:7
2. Protege a su hijo(a), Mateo 18;6
3. Provee a su hijo(a), Filipenses 4:19
4. Guía y enseña a su hijo(a), Juan 14:26
5. Ayuda a su hijo(a), Salmo 46:1
6. Anima a su hijo(a), Filipenses 4:13
7. Disciplina a su hijo(a), Hebreos 12:5-11
8. Alimenta a su hijo(a), Mateo 4:4
9. Tiene un plan para su hijo(a), Romanos 8:28, 29

Un buen padre nunca hará algo con el propósito de herir a su hijo(a). Él sólo hará aquellas cosas que ayudarán a su hijo(a) a crecer y madurar, para que llegue a ser el hombre o la mujer que Él quiere que sea. Su Padre Celestial obra de la misma forma, con la gran diferencia que Él lo hace en forma perfecta. A diferencia del padre terrenal, que a veces se equivoca, Dios nunca comete errores al tratar con sus hijos. Mateo 7:11 nos recuerda: “Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?”

Que el ejemplo de nuestro Padre Celestial nos motive a ser padres significativamente correctos, amorosos, entregados, protectores, proveedores y disciplinados con nuestros hijos. ¡Gracias papá Dios por estar siempre a nuestro lado!

2 comentarios:

Allek dijo...

Pasaba a saludarte!
te dejo un abrazo!

Noemi dijo...

Quizás éste tiempo has estado pasando por situaciones difíciles y te sientes incapaz de encontrar una solución. No te rindas, recuerda que hay alguien que te llama por tu nombre, que te ama tal cual eres y que no dejará para siempre caído al justo. Levanta la mirada al cielo, hay un Dios amoroso que viene en tu socorro.Deja que tu Padre celestial te cargue en sus hombros, permite que sea El quien te levante de tu dura realidad. Cuando El interviene la victoria está mucho mas cerca.
Un abrazo, habla. Mientras das un abrazo no se necesitan usar palabras, El Padre desea bendecirnos, llenar nuestro corazón; abramos nuestro corazón a Él, al Padre Celestial, dejémoslo que imparta Su bendición en nuestras vidas, que nos llene, que sane las heridas de nuestro corazón.
Él sabe nuestras necesidades, Él nos hizo, Él quiere tener comunión con nosotros, bendecirnos con el amor de un padre, de nuestro Padre Celestial.