martes, 29 de marzo de 2022

¿Cómo debemos comportarnos ante una escena similar a la de Will Smith y Chris Rock acaecida en los premios Oscar 2022?


Con respecto a lo ocurrido entre Will Smith y Chris Rock en la bochornosa circunstancia acaecida en los premios Oscar 2022 del día 27 de marzo, esbozo aquí algunas ideas que me parecen importantes para tratar de tener una conclusión equilibrada sobre cómo manejar un conflicto. Para ponerse al tanto y comprender el contexto de lo sucedido entre ambos actores, por favor vean las noticias o infórmense en las redes sociales. He aquí mis ideas:

1) No te burles de los padecimientos físicos de nadie, ni en público, ni en privado, ni en broma, ni en sarcasmo. ¡No lo hagas! La burla es una falta de respeto a la integridad de una persona (Proverbios 1:22). En eso falló Chris Rock.
2) Humanamente hablando, el amor por el cónyuge, por los hijos, y por los padres, muchas veces nos hace perder los estribos cuando alguien les hiere y les ridiculiza. Somos como tigres o leones defendiendo a nuestra manada. Seamos francos, todos llevamos por dentro ese monstruo salvaje incontrolable que por amor haría cualquier cosa —aun las cosas más impulsivas y descontroladas— para evitar daños a nuestros amados, dejando de lado el pudor y el buen carácter momentáneamente, seamos cristianos o no.
3) No obstante, ningún tipo de violencia es buena ni justificable por ninguna circunstancia. La violencia no se paga con más violencia (Romanos 12:17-21), porque la violencia también es una falta de respeto a la integridad de una persona. En esto falló Will Smith. Dios mismo y la sociedad han puesto un límite a la violencia, ya sea que ésta sea verbal, física o emocional, estableciendo leyes que la castigan con distintos tipos de sentencias (Romanos 13:1-7). Sin embargo, la realidad es que una persona a veces es violenta por falta de autocontrol, especialmente cuando recibe heridas profundas causadas por la afección directa a su propio ser o cuando sus seres queridos son afectados injustamente (Éxodo 2:11-15), como lo he explicado en el punto 2 de arriba. Nuestros cánones de moral, ética y espiritualidad, exigen que la violencia sea reprimida y sustituida por otro tipo de acción, pero una cosa es lo que el manual dice y otra cosa es la realidad. Así es la naturaleza humana. El hecho de que alguien se burle de la enfermedad de mi cónyuge a través de un chiste o una broma enfrente de millones de televidentes de todo el planeta, puede causar dos tipos reacciones: O una bofetada mía en la cara del burlador, o una confrontación en privado con el burlador. Todo depende de cuánto dominio propio una persona tenga como para devolver mal por mal o para evitar con sabiduría una escena aun más bochornosa, imprudente o delicada. Al fin y al cabo, el autocontrol, junto con el amor, la alegría, la paz, la paciencia, la amabilidad, la bondad, la fidelidad y la humildad, es algo que sólo el que está en plena comunión con Dios lo puede experimentar (Gálatas 5:22-23), sabiendo que no es una tarea fácil de practicar debido a nuestra naturaleza pecaminosa que todos tenemos como humanos (Gálatas 5:17).
4) ¡Aún hasta los mejores cristianos fallan cuando pierden el control! En cierta ocasión Pedro, discípulo de Jesús, con una espada le cortó salvajemente la oreja derecha a un hombre llamado Malco, siervo del sumo sacerdote, usando como argumento para tal acción descabellada el amor que tenía por su Señor, a quien en ese momento estaban violentando físicamente de manera injusta mientras lo secuestraban para llevarlo ante los líderes del sanedrín para hacerle un juicio ilegal (Juan 18:1-11). Jesús corrigió inmediatamente a Pedro, haciéndole entender que, aunque su motivación fuera muy buena (defender a Jesús y al reino de Dios), su accionar era muy mala (la violencia física). Antes de que se diera dicha escena Jesús ya había dicho a sus seguidores que aprendieran y practicaran la mansedumbre, no pagando mal por mal, y que a los enemigos también hay que amarlos y perdonarlos (Mateo 5:5, 38-48), porque el verdadero amor, el de Dios, no incluye la violencia. La ira en sí misma no es mala, pues puede ser usada para buenas causas y para la práctica del genuino amor y la justicia. Sabiendo eso, ¡hay que controlarla y evitar que cause estragos en la vida! "Airaos, pero no pequéis" (Efesios 4:26).
5) Entonces, ¿cómo debemos comportarnos ante una escena similar a la de Will Smith y Chris Rock? Creo que debemos evitar a toda costa burlarnos de cualquier persona y de sus circunstancias. Si somos nosotros los que se burlan de los demás (como lo hizo Chris con la esposa de Will), debemos pedir disculpas y no volverlo a hacer. Por otro lado, cuando alguien se burle de nosotros podemos confrontar al burlador en privado y exigirle respeto, o podemos ignorarlo usando inteligencia emocional al pasar por alto su ofensa (Proverbios 19:11). Creo que esa hubiese sido la mejor salida que pudo haber tomado Will Smith, pero decidió no hacerlo. Ahora bien, si la burla u ofensa es de tal magnitud que se convierte en un acto delictivo que atenta contra nuestra vida y las vidas de nuestros seres queridos (como una amenaza verbal de muerte o algo similar), podemos echar mano de las leyes para que éstas actúen en contra del burlador, a fin de que éste aprenda a respetar (por las buenas o por las malas). Pero si nosotros somos los que lamentablemente perdemos los estribos al defendernos a nosotros mismos o defender a nuestros seres queridos de ataques ofensivos verbales que vienen de una persona burlesca, llegando al extremo de golpearla físicamente (como lo hizo Will Smith con Chris Rock), corresponde también a nosotros pedir disculpas con valentía por nuestra agresión. Quizás nos ofendan con una broma burlesca, pero terminamos ofendiendo más con un golpe en la mejilla. ¡Qué bochorno! Todos debemos pedirnos perdón mutuamente en una escena tan violenta como esta. Mientras escribo estos pensamientos, horas después de que la Academia de los premios Oscar anunciara una investigación formal contra Will Smith, se sabe que Will ya se ha disculpado con Chris Rock y ha dicho estas palabras: "La violencia, en cualquiera de sus formas, es venenosa y destructiva. Mi comportamiento anoche fue inaceptable e indefendible... Me gustaría disculparme públicamente contigo, Chris. Estuve fuera de lugar y me equivoqué". (Fuente: Diario El País)
6) ¡Cuidado con actuar deliberadamente! Ya sea que Chris Rock haya sabido previamente que la esposa de Will Smith, Jada, sufría de la enfermedad de alopecia o que simplemente ignoraba su condición de salud, debió haber tenido cuidado con sus comentarios. De igual manera, Will Smith no debió haber golpeado a Chris impulsivamente porque nunca la violencia es un camino viable. Jamás usemos un micrófono para denigrar a una persona en público, pero tampoco usemos los puños y las bofetadas para golpear físicamente a otro que nos está denigrando. ¡Ambas cosas es denigrar! Informémonos primero, investiguemos a fondo, conozcamos el contexto, seamos prudentes, busquemos la empatía y evitemos ser deliberados con nuestras palabras y nuestras acciones.
7) ¡Cuidado con juzgar a los demás sin ponernos en sus propios zapatos! Cada quien tiene sus propias motivaciones y reacciona con firmeza contra el abuso y la falta de respeto, aun cuando lo haga de manera inapropiada y pague las consecuencias de su error (Will Smith). Otros tienen la habilidad de hacerles pasar un rato agradable a todos, aun cuando cometan el error de hacer chistes y bromas que ofendan a los demás (Chris Rock). ¡Todos nos podemos equivocar! Resolvamos nuestros problemas interpersonales con el diálogo, el respeto, el perdón y la reconciliación, retomando juntos el sendero de la paz y la armonía, sin juzgar más allá de lo que simplemente sucedió. Y si somos solamente espectadores de los pleitos de los demás, no juzguemos para no ser juzgados, porque con el mismo juicio con el que juzgamos a los demás seremos juzgados. No nos dediquemos a sacar la paja del ojo de los demás. Dediquémonos a sacar la enorme viga de nuestro propio ojo. No debemos ser hipócritas enfocándonos en los errores de los demás sin juzgarnos a nosotros mismos por nuestros propios errores (Mateo 7:1-5). Quizás todos tengamos algo de burlescos y algo de violentos. ¡Todos tenemos errores y pecados que debemos resolver!
LES RECOMIENDO LA LECTURA DE ESTOS LIBROS:
1) "La Biblia" (autor: Dios)
2) "La inteligencia emocional" (autor: Daniel Goleman)
3) "El líder emocionalmente sano" (autor: Peter Scazzero)
4) "¿Quién eres tú para juzgar?" (autor: Erwin W. Lutzer) Especialmente el capítulo seis, titulado: "Cómo juzgar el entretenimiento: ¿Qué tanto de Hollywood deberíamos permitir en nuestro hogar?"
5) "Gestión de la ira: Cómo controlar la ira; dominar sus emociones, y eliminar el estrés y la ansiedad, incluidos consejos sobre el autocontrol, autodisciplina, PNL e inteligencia emocional" (autor: Steven Turner)