martes, 5 de noviembre de 2013

GUIANDO A LOS MIEMBROS DE LA IGLESIA A TENER UN MAYOR COMPROMISO

En el mundo de hoy, donde el compromiso muchas veces no se valora mucho, tenemos que levantar personas que se dediquen a los propósitos de Dios, usando su vida, su energía y sus recursos.
 
La iglesia que estamos construyendo hoy en día es más que un edificio físico, es una red viva de relaciones que durarán toda la vida.

  La iglesia está llena de diversidad pero unificada por el amor a Cristo y su reino. Una iglesia llena de personas que están comprometidas con levantar la iglesia, atraerá a otros y creará un ambiente de emoción y alegría.


Aquellos que se comprometen con la iglesia local (¡con Dios!) lo expresan en cinco aspectos:

1.       Teniendo Convicción

Las personas deben estar convencidas, es decir, deben tener una gran confianza en que la iglesia local es un lugar donde ellos pueden dar su vida para crecer, aprender, dar, edificar y bendecir.

Si yo no fuera pastor, aún así yo estaría comprometido con la iglesia. Mi compromiso no comenzó después de convertirme en un líder o pastor o anciano. Si tú no fueras pastor o líder de iglesia, ¿aún así estarías comprometido porque te fascina la casa de Dios?

2.       Valorando la Iglesia Local

Cuando las personas valoran algo, lo estiman altamente y creen que eso es de vital importancia.

Los valores rigen la vida de las personas y están en el centro de lo que verdaderamente somos. Lo que creemos es la más grande y alta prioridad de nuestras vidas.

Las personas que valoran la iglesia local moverán sus vidas alrededor de la iglesia, no la iglesia alrededor de sus vidas.

3.       Teniendo Pasión por la Iglesia Local

Las personas comprometidas son fervientes en espíritu y tienen un corazón lleno de devoción, servicio y liderazgo. La pasión dirige todo. Es la fuerza motriz interna que mueve a la gente hacia la toma de decisiones. Las personas deben apasionarse por las mismas cosas por las que Jesús se apasionaba.

El rey David tenía una enorme pasión por la casa de Dios que "lo consumía". ¿Están la casa de Dios y el amor por el pueblo de Dios consumiendo tu corazón y el corazón de los que lideras?

Lo contrario de la pasión es la inactividad, la indiferencia, la neutralidad y la lentitud. Los creyentes apasionados son fervientes en espíritu, en devoción, en servicio y celo por Dios. Los corazones apasionados seguirán ¡siempre! viniendo a la casa de Dios, anticipando algo nuevo cada vez que se reúnen. La pasión es por Jesús y sus enseñanzas, por servir dentro y fuera de la comunidad, por dar materialmente lo mejor de nosotros, por la comunión que se adquiere en la congregación de la iglesia, aunque ésta establezca la casa de Dios en la sala o el patio de un hogar, en un edificio rentado, en una calle, en una plaza, en un mercado o, incluso, debajo de un árbol.

Según algunas estadísticas, podríamos decir que cada semana cerca de 100 millones de personas asisten al edificio donde se congrega la iglesia (es decir, el templo, la casa de Dios) alrededor del mundo. A la semana siguiente, otro grupo diferente de 100 millones de personas podrían estar en la casa de Dios y no volver hasta dentro de tres o cuatro semanas. El patrón de la asistencia es irregular por varias razones: trabajo, familia, vacaciones, enfermedad, etc.

Pero la conclusión es que cuando las personas estiman algo, les gusta estar cerca de ello y se comprometen a hacer de ello algo aún mejor.

No es lo mismo asistir constantemente a la reunión de la iglesia, que impactar con nuestra asistencia. Uno puede asistir constantemente, pero no marcar ninguna diferencia. Congregarse consistentemente no equivale a impactar espiritualmente a las personas o manifestar compromiso. Las iglesias prósperas están llenas de personas que "aman" a la Iglesia y "se comprometen" a hacer de ella algo que maravillosamente atraiga a los de afuera.

4.       Teniendo Visión por la Iglesia Local

Edificar y levantar las vidas de los miembros de la iglesia local es la visión de Dios. Sólo los cristianos comprometidos pueden darse cuenta de que la iglesia local es el medio para alcanzar a los perdidos para desarrollarlos y convertirlos en seguidores totalmente dedicados a Dios. Los cristianos comprometidos ven esa visión claramente y la aman profundamente.

5.       Perteneciendo a la Iglesia Local

Cuando las personas sienten que pertenecen a algo, piensan: "Yo soy parte de algo donde puedo dar y recibir, sentir amor y afecto, atender y ser atendido. Yo puedo hacer una diferencia y yo soy importante". Si las personas creen que pertenecen a una iglesia local, entonces van a entregar su vida a esa familia.

¡Que el Señor Jesús nos ayude a animar a otros a que se comprometan con Él, con Su Iglesia, con Su reino! Sólo iglesias comprometidas logran impactar al mundo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

CREO FIELMENTE, QUE SOLO UNA IGLESIA COMPROMETIDA CAMBIARA EL MUNDO Y QUEIN LA ESTE PASTORIANDO QUE LE DE GRACIAS A DIOS EN TODO EL SENTIDO DE LA PALABARA.