jueves, 6 de noviembre de 2014

LA SOCIEDAD MODERNA DE LOS ESTADOS UNIDOS CADA VEZ ES MÁS RESISTENTE A LA IGLESIA (según George Barna)

George Barna es un investigador que hace encuestas en los Estados Unidos con el fin de comprender más plenamente cuáles son las tendencias sociales, particularmente las que se relacionan con el cristianismo. 


Basado en encuestas recientes, George Barna ha encontrado cinco tendencias notables que se observan en personas no cristianas que viven entre la cultura estadounidense moderna. Estas tendencias son:

1) La secularización va en aumento

Más de una tercera parte de los adultos estadounidenses son totalmente seculares respecto a creencia y práctica; y un número creciente de personas que se adhieren a la iglesia tienen creencias seculares también.

2) Las personas están menos abiertas a la idea de asistir a una reunión de la iglesia 

Mientras que la forma más efectiva para lograr que las personas que no van a una iglesia asistan a una congregación es todavía la "clásica invitación personal de un amigo", actualmente el número de quienes aún están dispuestos a considerar la invitación es inferior al 50%.

3) Asistir a la iglesia ya no es una actividad principal en las familias

Dentro de la cultura moderna, cerca del 25% de la población nunca ha tenido la experiencia de asistir con regularidad a una iglesia local.

4) Hay diferentes expectativas respecto a participar en una iglesia 

Hoy en día, poco más del 50% de las personas que no tienen una iglesia local definida donde congregarse, estarían interesadas en asistir a un servicio de adoración si en definitiva decidieran ir a la iglesia. Los otros prefieren ir a algún otro tipo de actividad.

5) Existe mucho escepticismo respecto a las contribuciones que las iglesias locales puedan darle a la sociedad. 

Según la encuesta, el 49% de las personas no creyentes que no asisten a ninguna iglesia local, no pudo identificar ningún tipo de impacto que la comunidad cristiana esté haciendo dentro de la sociedad.

¿Qué implica todo esto?

Es lamentable notar el poco impacto que el cristianismo está logrando dentro de la sociedad moderna de los Estados Unidos. Buena parte de esta triste realidad radica en la idea de "continuar haciendo lo mismo y a la vez esperar un resultado diferente"

Esto ciertamente no significa que tenemos que tirar todo lo que estamos haciendo. Como iglesia, tenemos que continuar nuestro cometido de conducir a las  personas a que adoren a Dios, a que asistan a un estudio bíblico, a que sean entrenadas en el discipulado y a que participen de la comunión de la iglesia. Pero si no tenemos ningún deseo de cambiar las cosas dentro de la cultura moderna, vamos a tener que añadir algo nuevo a la ecuación. No podemos simplemente continuar con la mentalidad del pasado que dice "vengan todos, están bienvenidos".

Más bien, vamos a tener que empezar deliberadamente a desarrollar nuevas oportunidades para realmente sacar nuestra fe de las cuatro paredes y llevarla hacia las profundidades de la cultura. Y vamos a tener que hacer esto como individuos, no sólo como parte de un programa de la iglesia. Hacer algo como esto sin duda será lo más eficaz y misional, siempre y cuando se inicie bajo el auspicio de la iglesia, entendiendo que no existe ningún "programa tradicional" de la iglesia que pueda sacar esto adelante.