martes, 2 de octubre de 2012

IMPULSADO POR AMOR... ¡NO POR DINERO!

El servicio que el apóstol Pablo rindió a Cristo fue costoso. Leemos de eso en el libro de Hechos y el mismo Pablo nos habla de ello aquí y allá en sus epístolas - latigazos, golpes, abandono, hambre, privaciones, insultos, ofensas de todo tipo, etc. 

Ciertamente, él no estaba en esto por dinero. Pero, si no era por dinero, entonces, ¿qué fue lo que lo motivó? ¿Cuál fue el incentivo?


Realmente, el apóstol responde a esta pregunta de varias maneras. Hay muchas buenas razones para servir a Cristo. Sin embargo, en 2 Corintios 5:14 él parece llegar al fondo del asunto: "El amor de Cristo nos obliga, porque estamos convencidos de que uno murió por todos, y por consiguiente todos murieron". (NVI)

Lo que me impulsa, dice Pablo, es, simplemente, mi conciencia del "amor de Cristo". De hecho, el sentido de Su amor "me obliga" (me impulsa) a que yo le sirva.

Este versículo ha dado lugar a una mala interpretación. Muchos han usado mal este versículo para decir que era el amor de Pablo por Cristo lo que le motivó en su servicio. Pero eso no es lo que Pablo está diciendo aquí. Él está hablando del amor de Cristo por nosotros, no de nuestro amor por él.

Ahora bien, es muy cierto que servimos a Cristo por amor a él. Por supuesto. Pero no es de eso de lo que Pablo está hablando. ¿Qué es, después de todo, lo que da lugar a nuestro amor por Cristo? La respuesta, claramente, es que nosotros le amamos a Él por causa de su amor por nosotros.

Tampoco el amor de Cristo por nosotros es un mero sentimiento de buena voluntad. Para el apóstol Pablo, el amor de Cristo tiene un punto específico de referencia: La cruz. Así es como él lo explica: "Porque el amor de Cristo nos obliga, porque estamos convencidos de que uno murió por todos, y por consiguiente todos murieron". La cruz de Cristo es la definición misma de su amor.

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