1. No olvides que Jesús es Señor (Mateo 9:37-38). Toda
actividad de plantación de iglesias llega a ser efectiva y fructífera bajo la
vigilancia, cuidado y poder del Señor Jesús, quien es el Señor de la mies.
2. Evangeliza, equipa y capacita a pueblos no alcanzados
para que alcancen a otros (1 Tesalonisenses 1:6-8). Nuestra
meta de alcanzar a otros para Cristo no es solamente una sólida conversión,
sino también una dinámica multiplicación; los que son alcanzados deben ser
capacitados para alcanzar a otros.
3. Sé inclusivo: “cualquiera puede entrar” (Romanos 10:12). Ninguna
estrategia debe impedir que alguna persona o un grupo entre al Reino por medio
de la fe en Cristo Jesús.
4. Sé culturalmente neutral (Colosenses 3:11). El
Evangelio no demanda que alguien que quiera ser salvo cambie su cultura como
pre-requisito de venir a Jesús; se puede llegar al Señor tal y como uno es.
5. Evita la mentalidad de fortaleza (Hechos 1:8). El
objetivo de las misiones no es crear un impenetrable castillo en medio de una
comunidad no salvada, sino un dinámico puesto de avanzada del Reino para lanzar
el testimonio de Jesús dentro de y hasta el final de su área.
6. Continúa evangelizando para evitar el estancamiento
(Romanos 1:16-17). Mantente observando el horizonte con la visión de
la Gran Comisión en mente; fomenta un agresivo ambiente de testimonio por
Cristo.
7. Evita las barreras raciales, de clase, género y de idioma
(1 Corintios 9:19-22). Usa tu libertad en Cristo para encontrar nuevas y
creíbles maneras de comunicar el mensaje del reino a quienes están lejos del
perímetro cultural de la iglesia tradicional.
8. Respeta las características de la cultura receptora
(Hechos 15:23-29). Permite que el Espíritu Santo encarne la visión y
la ética del Reino de Dios en las palabras, idioma, costumbres, estilos y
experiencia de quienes han recibido a Jesús como su Señor.
9. No muestres favoritismo ni seas demasiado mezquino con
las congregaciones en crecimiento (Efesios 4:11-16). No
subestimes el poder del Espíritu Santo en medio de la más pequeña comunidad
cristiana, para que tengan éxito en la obra de Dios en su comunidad.
10. Piensa en la reproducción (2 Timoteo 2:2; Filipenses
1:18). En
cada actividad y proyecto que inicies, piensa en términos de equipar a otros
para que hagan lo mismo, manteniendo una mentalidad abierta con relación a los
medios y fines de tus esfuerzos misioneros.